MISTERIOS DE GLORIA



MISTERIOS  de  GLORIA

Primer Misterio de Gloria:
La Resurrección de Jesús

MEDITACIÓN
22 Octubre 2000

                  La Sábana Santa se expondrá en la Catedral de Turín aunque por poco tiempo.
                  Al verla siento un sobresalto:  ¡Jesús mío!,¿Por qué nuestro corazón es tan duro?
                  ¡Y he aquí que tengo delante a mi Jesús Resucitado, resplandeciente de blanca luz!
                  Jesús, como una melodía, hace llegar a mi oído su Voz:

                  “Mi niña,
                  apoya tu cabeza, aquí,
                  sobre mi Corazón.
                  La Santa Sábana es el lienzo
                  que, Conmigo, envuelve a todas las personas del mundo.
                  porque cada persona estaba en mi Corazón.
                  Todos bajaron Conmigo al Sepulcro,
                  porque todos están destinados Conmigo a la Resurrección.
                  ¡En la Santa Sábana fueron impresas 
las señales de mi Muerte 
y de mi Resurrección
para que vosotros creáis!”

ORACIÓN
                  María, supera nuestra incredulidad sumergiéndonos en tu Corazón y en la pureza de tu Fe. Amén.






Segundo misterio de Gloria:
La Ascensión de Jesús al Cielo

MEDITACIÓN

                                              22 Abril 2000 Pascua de Resurrección

Niña mía,   ¿comprendes ahora, por qué yo deseo
que mi Cruz gloriosa  invada el mundo?
Muchos ojos deben habituarse
a considerar la Luz de la Fe en Dios.
Muchos corazones deben preguntarse ahora, sobre Mi Resurrección después de 2000 años…”

Después de aquel día, 
todos los días y en todo momento,
estoy delante de los sepulcros 
de muchos corazones, y  llamo…
Desde aquel día, 
continuo muriendo místicamente,
pero realmente, en todas las Santas Misas,
en  todos los altares de la tierra.

Desde aquel día,  todos los días y todas las noches,
espero encerrado en los tabernáculos,
que mis hijos me visiten,
porque muchos cristianos tampoco creen
que Yo estoy Vivo.

Hace demasiado tiempo  que la Luz ha estado encerrada 
en los sepulcros del mundo…
Es justo ahora el momento…
ha llegado el tiempo de la Revelación final:
no por la Encarnación en el seno de una Mujer, 
sino por el poder de mi Divinidad.

¡Pascua!
Pascua, en la historia,
ha significado siempre un nuevo acontecimiento;
no ha cambiado nunca su significado.
Desde ahora, la Pascua tendrá una nueva imagen:
¡La imagen de la Victoria!
También los sepulcros de vuestros corazones,
de todos los corazones,  ¡verán mi Luz!”

ORACIÓN
                  María, ¡Jesús ha subido al Cielo!  Enséñanos a contemplarlo Vivo y Resucitado en el Cielo y Contigo, para prepararnos así para el encuentro con Él en la Gloria. Amén.



Tercer misterio de Gloria:
La Venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles

MEDITACIÓN
                  25 Septiembre 1998

                  Estoy rezando el Santo Rosario.  Llegada al tercer misterio de Gloria, recito la Secuencia al Espíritu Santo, cuando, súbitamente, siento, dentro de mí, una dulcísima voz:

                                   “¡Yo soy el Espíritu de Amor!
                                   ¡Yo soy Aquel que procede del Padre y del Hijo!
                                   ¡Yo soy el Alfa y la Omega con Jesucristo!
                                   ¡Yo soy el Soplo que genera la vida!
                                   ¡Yo soy el Esposo de María!
                                   ¡Yo soy la Voz de la Iglesia!
                                   ¡Yo soy el Alma de quien habito!

                                   Sé tú mi voz que llama, Yo vengo a ti porque:

                                   ¡Yo soy Aquel que sopla donde quiere!
                                   ¡Yo soy Aquel que está fuera del espacio y tiempo!
                                   ¡Yo soy Aquel que habita en todo y en todo corazón!
                                   ¡Yo soy todo movimiento de Amor!
                                   ¡Yo soy la Aurora y el Ocaso!
                                   ¡Yo soy tu Presente y tu Futuro!

                                   ¡Antes que existiera el mundo Yo existía!
                                   ¡Yo soy ‘Persona’ juntamente con el Padre y el Hijo!
                                   
                                   ¡En este año dedicado a Mí, pocos me han invocado!
                                   ¿No sabéis que de Mí proceden sabiduría y ciencia?
                                   ¿No sabéis que sin Mí 
        no podéis alcanzar la Verdad completa?
       ¿No sabéis que sin mi Luz
       no podéis comprender la obra de Dios en vosotros?
       ¿No sabéis que Yo, si no entro en vosotros,
      seguís en las tinieblas?
      ¿No sabéis que Yo atiendo, como toda Madre,
      cualquier llamada de mi hijo?
     ¿No sabéis que siendo el Generador, 
     Yo soy padre y madre?
     ¿No sabéis, hijos, que Yo sufro,  porque tengo 
     un corazón que, siendo igual al Padre, 
     es distinto al del Padre y al del Hijo?
    ¿No sabéis que Yo me deshago de Amor por vosotros, 
    porque ‘mi templo’,
    el ‘templo de mi reposo’, es vuestro corazón?

    ¡Abridme vuestros corazones!
    ¡Yo os conduciré al encuentro con Cristo,
    que vendrá en la Gloria!
    ¡Yo me opondré siempre al espíritu de satanás!
    ¡Yo oraré por vosotros y con vosotros:
    único Espíritu en unos ‘cielos y tierra nuevos’!
   ¡Amén!

OREMOS
                  María, amadísima Esposa del Espíritu Santo, enséñanos a amarlo y adorarlo con amor infinito, juntamente con el Padre y el Hijo. Amén.

Cuarto misterio de Gloria:
La Asunción de María al Cielo en cuerpo y alma.

MEDITACIÓN
                  15 Agosto 2000
Asunción de María Santísima al Cielo
                  
Mientras rezo el Santo Rosario mi espíritu queda absorto por dos imágenes totalmente opuestas entre sí… se van alternando y se contraponen de modo extraño:  
Una es la Virgen María. Su persona, grande y majestuosa, viste una túnica y se envuelve en un inmenso manto de precioso tejido parecido a seda indiana y color oro viejo, cálido, casi bronce.
                  A la vista su aspecto es el de una extraordinaria mujer oriental.  Percibo a María como “Madre de la Tierra” y a la vez como “Estrella luminosa”.
                  La otra imagen que trata de sobreponerse a Ella, como en una lucha secreta y silenciosa, es la de una figura oscura, siniestra y también grande.  Entiendo que se trata de satanás en persona que, combatiendo, trata de desplazar, con todas sus fuerzas, a la Reina del Cielo y de la Tierra.  Su manto negro quiere substituir el manto dorado y luminoso de María que envuelve y guarda la Tierra.
                  Me doy cuenta de la gran necesidad, mejor aún, la urgencia que tenemos hoy en elegir, en afirmar  con fuerza y sin titubeos, a María:  ¡de consagrarnos a Ella!
                  ¡Hoy es su día! ¡Su día por excelencia!  Ya que es el día de su Asunción al Cielo, lo que la mantiene, hoy y para siempre, viva.  ¡Viva como su Hijo Jesús! Viva, todavía hoy, entre nosotros, como en Nazaret.
                  Es por su Asunción que María es para nosotros, como hace dos mil años, real y concretamente, Madre.
                  Es por su Asunción que María es, hoy y siempre, la Mediadora de la Gracia, como en las Bodas de Caná.
                  Es por su Asunción que María pronto aplastará para siempre la cabeza de la antigua serpiente.
                  Es por su Asunción que Ella es la Corredentora, la Mediadora, nuestra Abogada.
                  
ORACIÓN
                  Oh María, Abogada nuestra, desde tu morada Celeste, Tú combates y nos defiendes del poder de satanás para que, un día podamos, también nosotros, ser llevados al Cielo y vivir para siempre junto a Ti. Amén.


                  Quinto misterio de Gloria
La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado.

MEDITACIÓN

27 Marzo 1998

                  Mientras rezo el Santo Rosario me acompaña una imagen del paraíso.
                  La Mujer vestida de Sol, como una Reina está sobre la tierra, pero separada de ella.  Esta circundada de una multitud de Ángeles, unos jóvenes, bellísimos; otros adultos y una multitud de Angelitos. Los colores son pastel, preciosos, delicados y en una armonía perfecta.
                  La Luz indescriptible.  No procede ni va a ninguna parte, aunque todo está inmerso en esta Luz.  Es como una fiesta en el Cielo.
                  Abajo, en la profundidad de la tierra, la serpiente, encerrada en el más profundo abismo, una especie de celda inaccesible, está acabada.  Está aún en la tierra pero ya no es “de la tierra”.
                  Después veo a mi Jesús, bellísimo, más luminoso que la misma luz, irradiando fuerza, poder y gloria y…  todo aquello que todavía ahora no sé ni puedo describir: ¡Él es la Luz!
                  Jesús va vestido con un ropaje rojo-púrpura, pero la luz es tan intensa que este rojo parece difuminado.
                  Avanza hacia la Mujer vestida de Sol, la hermosura de la cual me tiene fascinada; la toma de la mano y atrayéndola, dulcemente, dice:
                                   “Ven, ¡ha llegado la hora!”

OREMOS
                  Oh María, Reina de Cielos y Tierra, te suplicamos nos hagas dignos del Paraíso. Amén.

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